Un mes después de los incendios forestales devastadores, las familias en Maui reconstruyen juntas

Release Date Release Number
DR-4724-HI NR-013
Release Date:
septiembre 8, 2023
  1. LĀHAINĀ, Hawaii – Ahora que se han apagado las llamas y miles de personas cuentan con vivienda y comida seguras, ahora que los vecinos y amigos han dado el primer paso hacia su recuperación al ayudarse entre sí, esta comunidad devastada está trabajando arduamente para recuperarse del peor desastre en Maui de esta generación.
  2. Ha pasado un mes desde el 8 de agosto, cuando los incendios forestales, impulsados por el viento, arrasaron Lāhainā, arrebatando indiscriminadamente vidas que se criaron aquí. Las comunidades están de luto por sus pérdidas, lamentando con sus seres queridos y dándose cuenta de que tomará tiempo sanarse. 
  3. Los mismos incendios destruyeron o dañaron severamente miles de estructuras en Lāhainā e interrumpieron el suministro de agua para las comunidades interiores alrededor de Kula. Las llamas convirtieron al pueblo pintoresco e histórico de Lāhainā en una sombra de lo que algún día fue. Automóviles calcinados se convirtieron en carcasas derretidos en Front Street. Hojas quemadas se colgaban de los árboles que aún seguían en pie. La escuela elemental King Kamehameha III se cayó, y los niños de Lāhainā perdieron sus juguetes, sus ositos de peluche, sus bicicletas y sus juegos. 
  4. Miles de residentes perdieron sus viviendas y sus sustentos. Pero, lo que permanece de Lāhainā es una comunidad unida que comparte una pérdida colectiva y un compromiso con el futuro. Los vecinos ayudan a sus vecinos. 

Los arbolistas, paisajistas y voluntarios en Maui trabajaron para salvar el famoso baniano de 150 años del pueblo. Grupos comunitarios se hicieron cargo para dar una mano. Recolectaron agua, alimentos, ropa y mantas, y se cuidaron entre sí. El Centro comunitario Nā ‘Aikāne o Maui Lāhainā tendió una carpa anaranjada cerca de los complejos de Kāʻanapali y la llenaron con suficientes bienes donados para llenar un almacén. Es ahí donde dos niñas pequeñas encontraron nuevas bicicletas relucientes y un motivo por reírse mientras andaban por Kāʻanapali esta semana. Inmediatamente después de los incendios, el personal del centro puso un puesto provisional en la oficina de correos de Lāhainā antes de trasladarse a la carpa para servir a la comunidad. 

La respuesta al desastre es una kuleana compartida. Es un esfuerzo colaborativo que surge de la crisis, que es liderado por comunidades con el apoyo de todos los niveles del gobierno, agencias sin fines de lucro y compañías privadas. Desde el principio, el estado de Hawaii y el condado Maui colaboraron con la Cruz Roja Americana, con el apoyo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), la Agencia Federal de Pequeños Negocios y otros colaboradores federales y locales, para administrar las labores de respuesta y recuperación. La presencia federal ha sido amplia, con más de 1,500 empleados federales en Maui y Oʻahu. Al trabajar juntos como una sola ʻohana, se sana.

Agencias locales, estatales y federales también trabajan con los líderes comunitarios de confianza y las organizaciones con base de fe que entienden profundamente la historia y la cultura de Maui. Su orientación capacita a los equipos de recuperación para abordar los retos en la zona y conectarse con sobrevivientes de manera que resuena con la comunidad. Por ejemplo, FEMA ha modificado su requisito de "una solicitud por residencia" y permitirá que varias personas, que en muchos casos viven bajo un solo techo familiar en Lāhainā, soliciten asistencia de FEMA individualmente. Las personas que observan las culturas nativas de Hawaii celebran ceremonias de bendición para la abertura de cada centro de recuperación por desastre. 

La Cruz Roja ha servido más de 198,000 comidas y organizado casi 98,500 estadías nocturnas durante el primer mes después del desastre. El estado ha solicitado al grupo humanitario para coordinar la vivienda de emergencia con el condado Maui para los sobrevivientes del desastre, un esfuerzo financiado por FEMA. Mediante la Cruz Roja, el condado Maui y FEMA, más de 6,500 sobrevivientes ahora están alojados en hoteles y propiedades de tiempo compartido donde pueden desarrollar planes para volver a sus hogares u otras residencias más permanentes. El esfuerzo robusto de la Cruz Roja sigue en curso, e individuos y familias están recibiendo comidas, asistencia social y apoyo emocional. Es así como el pueblo de Hawaii cuida y apoya a las familias en Maui.

También ha fluido el apoyo económico. Hasta la fecha, FEMA y la Agencia Federal de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés) han aprobado más de $65 millones en asistencia federal para los sobrevivientes de Maui. Ese total incluye $21 millones en asistencia de FEMA aprobada para individuos y familias. De los $21 millones, $10 millones fueron aprobados para asistencia de vivienda y $10.8 millones adicionales fueron aprobados para elementos esenciales como ropa, muebles, enseres electrodomésticos y automóviles. El total de préstamos por desastre de SBA es casi $45 millones para propietarios de vivienda, inquilinos y negocios en Maui. Los préstamos de SBA son la fuente más grande de fondos federales destinados a los sobrevivientes para la recuperación de desastres. 

Especialistas de FEMA que formaron parte de la primera serie de personal de respuesta que llegó a la isla han ayudado a los residentes a solicitar asistencia de FEMA. Hasta ahora, más de 5,000 sobrevivientes han sido aprobados para Asistencia Individual de FEMA. Este número seguirá creciendo.

Tres centros de recuperación por desastre están disponibles en Lāhainā, Makawao y Kahului para ayudar a todos que perdieron algo esencial en los incendios. El Consejo para el Avance de Hawaianos Nativos también abrió un centro de ayuda por desastre en el centro comercial de Maui para los sobrevivientes que prefieren recibir ayuda de otros hawaianos nativos.

En los centros de recuperación por desastre y el Centro de Asistencia Familiar, en los tablones de anuncios en toda la isla y en los medios de comunicación, los residentes pueden recibir información crítica para su recuperación – información que algunos dicen es tan importante como la comida y el agua tras un desastre mayor. Esto ayuda a los sobrevivientes a dar esos primeros pasos para restablecer sus vidas. 

Por otro lado, el servicio de energía eléctrica y agua están siendo restaurados en Lāhainā y la región interior de Maui. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, que suministró servicio eléctrico provisional a las áreas afectadas por los incendios, incluso ha empezado a redistribuir sus generadores. Es una clara señal de progreso medible a medida que se va restaurando el servicio eléctrico. La Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU. ha empezado a identificar y eliminar materiales peligrosos de propiedades afectadas por el fuego. Funcionarios del condado Maui están trabajando estrechamente con el estado y el Cuerpo de Ingenieros para manejar el recogido seguro y cuidadoso de los escombros, un paso necesario hacia la recuperación. 

En medio del paisaje cubierto con cenizas, un rayo de luz: dos niñas pequeñas que pedalean más y más rápidamente en dos nuevas bicicletas relucientes. En su risa, se escucha: ʻOhana es familia.

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