SANTA CRUZ, Islas Vírgenes de los Estados Unidos – Un año después de que dos huracanes consecutivos de categoría 5 devastaran las Islas Vírgenes de los Estados Unidos (USVI, por sus siglas en inglés), se está avanzando en la recuperación del territorio. Se están reparando las casas, las escuelas han reanudado sus actividades, las carreteras y los caminos están libres de escombros, los puertos están abiertos y los postes de material compuesto para los servicios públicos están en pie.
Desde que los huracanes Irma y María azotaron las islas el pasado mes de septiembre, las agencias federales han proporcionado más de $1,900 millones al territorio, en subsidios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), préstamos para desastres de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa y pagos de reclamaciones del Programa Nacional de Seguros contra Inundaciones. Al trabajar junto con el gobierno local y con los colaboradores de toda la comunidad, se han logrado avances en varios frentes.
El servicio eléctrico se ha restablecido. Después de que las tormentas dañaran casi el 90 por ciento de la red eléctrica del territorio, los habitantes de las Islas Vírgenes pasaron meses en la oscuridad. Con un estímulo de más de $940 millones en fondos de FEMA, un esfuerzo coordinado de los funcionarios territoriales y federales produjo el restablecimiento del servicio para el 90% de los clientes calificados que podían recibir energía eléctrica de manera segura, y lo llevaron a cabo en un período de 100 días. En marzo, se restableció con éxito el suministro eléctrico a todos los clientes calificados para dicho servicio dentro del territorio. En el momento más intenso de la restauración, cerca de 800 trabajadores de electricidad, de fuera de la isla, se encontraban en el territorio trabajando para restablecer el servicio.
El territorio trabaja en mejorar la resiliencia de la red eléctrica para acontecimientos futuros. Esta inversión de casi $500 millones, financiada a través del Programa de Asistencia Pública de FEMA, incluye el reemplazo, en las tres islas, de los postes de madera que se determinó que soportaban infraestructuras vitales, con postes de material compuesto que pueden soportar vientos de hasta 200 mph. Además, la Autoridad del Agua y la Electricidad (WAPA, por sus siglas en inglés) de USVI, a través del apoyo de los fondos de Mitigación de Riesgos de FEMA, dará inició a un esfuerzo de varios años para instalar líneas eléctricas subterráneas, lo que se traducirá en una red eléctrica más fuerte y menos susceptible al impacto de las inclemencias del tiempo; esto permitirá una mayor confiabilidad con menos interrupciones de energía.
Las comunicaciones se han restablecido. La transmisión de la información vital a los supervivientes fue un reto importante ya que las líneas fijas de teléfono, las torres de telefonía móvil, el servicio de cable y el acceso a Internet quedaron destruidas.
El Elemento de Apoyo a la Información para las Autoridades Civiles (CAISE, por sus siglas en inglés) del Departamento de Defensa, que solo entra en acción en las circunstancias más extremas, asistió a las agencias de recuperación durante las labores de respuesta.
Poco después de que Irma tocara tierra, más de 50 trabajadores de CAISE acudieron con equipos instalados sobre camiones pesados. Utilizaron métodos tradicionales, tales como la comunicación por medio de altavoces y distribución de hojas informativas, junto con el envío masivo de mensajes de texto. Los equipos se quedaron durante todo el huracán María, distribuyendo docenas de mensajes por altavoces y enviando más de 26,000 mensajes de texto a los sobrevivientes, sobre temas como dónde se encontraban los lugares de distribución de suministros o los puntos de acceso a las redes inalámbricas Wi-Fi. Para restaurar, a largo plazo, las comunicaciones de la isla, estos equipos también evaluaron los daños e hicieron reparaciones en las emisoras de radio locales.
En colaboración con la Comisión de Servicios Públicos de las Islas Vírgenes, se estableció un Equipo Integral para Huracanes (HIT, por sus siglas en inglés) para coordinar, con los colaboradores federales, el sector privado y el territorio, el restablecimiento de los servicios de telefonía fija e inalámbrica. El propósito del equipo era disminuir los plazos generales de restablecimiento para el público y ayudar a planificar a largo plazo mediante la reconstrucción de las redes de comunicaciones. Trabajando con el proveedor de telecomunicaciones local de las Islas Vírgenes, Viya, se establecieron más de 20 puntos de acceso a las redes inalámbricas Wi-Fi por todas las islas, que ofrecían acceso gratuito a internet para las computadoras portátiles, los teléfonos móviles, las tabletas y otros dispositivos, para que los sobrevivientes pudieran contactar a su familia y amigos durante los momentos que sobrevinieron tras los huracanes.
Los estudiantes han vuelto a la escuela. Los potentes vientos y la lluvia torrencial de las tormentas dañaron o destruyeron 48 propiedades del Departamento de Educación de las Islas Vírgenes (VIDOE, por sus siglas en inglés) en todo el territorio. A través del programa de Asistencia Pública de FEMA se han proporcionado más de $100 millones para estructuras escolares temporales, entre ellas, 245 unidades modulares y 6 estructuras Sprung multipropósito. Estas estructuras temporales están diseñadas para soportar vientos de 150 mph y tienen una vida útil de entre tres y cinco años.
Se ha restablecido la infraestructura de suministros básicos. Las carreteras y caminos se han limpiado de escombros relacionados con las tormentas, los vuelos comerciales van y vienen, y los puertos marítimos ya están otra vez activos. Los huracanes Irma y María dejaron atrás casi 600,000 yardas cúbicas de escombros en las USVI, suficientes para llenar 177 piscinas olímpicas. Con el impulso de los $99 millones de la asistencia de FEMA para los costes de la retirada de escombros, todos los escombros pertinentes se han recogido y se están haciendo importantes progresos para el objetivo de embarcarlos hacia el exterior del territorio.
El equipo médico y los servicios suplementarios están atendiendo a los sobrevivientes. El equipo de Integración de Discapacidades de FEMA coordinó y estableció una cooperación con las organizaciones voluntarias Friends of Disabled Adults and Children (Amigos de Niños y Adultos Discapacitados) y el Pass it On Center, para proveer cientos de donaciones de artículos y equipos médicos duraderos, tales como sillas de ruedas, andadores, nebulizadores, camas de hospital y audífonos para los ancianos y aquellos con necesidades funcionales y de acceso. Los equipos entregaron equipamiento médico vital, por todo el territorio, a cientos de sobrevivientes, ayudándolos a recuperar su autonomía. La iniciativa conectó a donantes de la comunidad con sobrevivientes individuales con una necesidad específica.
FEMA también proporcionó más de $2.5 millones en orientación de crisis, para ayudar a los sobrevivientes a afrontar el impacto emocional de las consecuencias de los huracanes. Además, se activó el Programa de Asistencia para Recetas de Emergencia, con el objetivo de proveer el surtido gratuito, para 30 días, de ciertos medicamentos recetados y suministros médicos, a los sobrevivientes que carecieran de seguro. El programa ha atendido a más de 3,200 sobrevivientes y provisto más de $2.5 millones en asistencia.
Se han sacado del territorio los materiales peligrosos y los barcos destrozados. La Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) trabajó con el gobierno local y los ciudadanos para mantener los materiales peligrosos fuera del entorno. La operación de la EPA para la Recogida de Residuos Domésticos Peligrosos se completó en febrero, después de recoger más de 145,000 residuos y transportarlos fuera de la isla para que se eliminaran adecuadamente.
Las labores multiagencia encabezadas por la Guardia Costera de los Estados Unidos, comenzó a mitigar la contaminación y a retirar los barcos desplazados por los huracanes. Bajo la dirección del Departamento de Planificación y Recursos Naturales de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, se se recuperaron o se enviaron al desguace un total de 479 barcos desplazados y 3,668 contenedores de sustancias químicas peligrosas. También se recuperó un total de 12,449 galones de residuos de combustible y aceite.
Aunque el proceso de recuperación trabaja a toda marcha, queda más trabajo por hacer. El territorio todavía se enfrenta a muchos retos.
La vivienda sigue siendo un reto para muchos sobrevivientes. Las catastróficas tormentas dejaron la mayoría de las viviendas de las islas gravemente dañadas o destruidas. FEMA ha estado trabajando con el territorio para ofrecer soluciones de vivienda, a corto y largo plazo, para responder a las necesidades concretas de los sobrevivientes.
Después de un desastre, la asistencia para vivienda puede ser un reto, y para un territorio que abarca varias islas, con pocos recursos de alojamiento, los retos se multiplican. Menos de una semana después de que el huracán María arrasó el territorio, el Cuerpo de Ingenieros de la Armada de los Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) completó la primera de casi 3,700 instalaciones de tejados de chapa plástica reforzada con fibra de vidrio, dentro de su programa Operación Tejado Azul.
FEMA está usando varios programas para apoyar las necesidades de alojamiento de los sobrevivientes del territorio, para incluir la asistencia para alquiler y reemplazo, las reparaciones temporales de la vivienda, el alquiler directo de vivienda, las reparaciones a viviendas multifamiliares y la reparación directa a través de la construcción de viviendas permanentes. FEMA proporcionó más de $82 millones a más de 20,000 familias, para alojamiento y otras necesidades de asistencia.
Se ha proporcionado al territorio una financiación de más de $180 millones para el programa Reparaciones de Emergencia a la Vivienda en las Islas Vírgenes, que reembolsa al territorio las reparaciones básicas de emergencia que permitan a los habitantes de las Islas Vírgenes permanecer en sus casas y comunidades mientras se llevan a cabo reparaciones más permanentes. La Autoridad de Financiación de Viviendas de las Islas Vírgenes administra este programa, que ha recibido más de 10,000 solicitudes y completó reparaciones en más de 4,800 viviendas dañadas por la tormenta.
Porque comprende las necesidades específicas del territorio, FEMA está trabajando mano a mano con las autoridades locales para identificar soluciones bien meditadas y explorar usos creativos de nuestros programas de vivienda.
Los servicios de atención sanitaria siguen afectados. El esfuerzo de toda una comunidad se puso en marcha después de las tormentas para mantener la atención médica y el apoyo de la salud pública para los sobrevivientes en todo el territorio. Cientos de profesionales de la salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y del Departamento de Defensa (DoD, por sus siglas en inglés) apoyaron y se unieron al personal médico que estaba trabajando en turnos de 12 horas durante las semanas posteriores a los huracanes. En octubre de 2018 habrá nuevas unidades móviles de tratamiento de diálisis, totalmente operativas, en el Juan F. Luis Hospital y Medical Center.
Debido a los graves daños de las tormentas a los centros de atención médica, se hizo necesario transferir a pacientes fuera del territorio. Casi 800 personas fueron evacuadas por el programa de movimiento de pacientes del Sistema Médico Nacional para Desastres del HHS. La mayoría de estos pacientes, junto con sus familiares y cuidadores, han vuelto a las Islas Vírgenes. En abril, la atención licenciada de diálisis volvió a Santa Cruz y Santo Tomás.
FEMA y HHS continúan asistiendo al territorio mediante el transporte de pacientes que necesitan cuidados en hospitales del continente, pero no tienen seguro de salud. El HHS y el USACE están trabajando en colaboración para habilitar instalaciones médicas temporales para que la gente no tenga que viajar al continente para su tratamiento.
El HHS dirigió el despliegue de los expertos del HHS procedentes de todo el Departamento y facilitó el despliegue de personal del Departamento de Salud procedente de la ciudad de Nueva York, Nueva Jersey, Washington, Delaware y Misisipi para ayudar en la recuperación de las Islas Vírgenes. Estos despliegues proporcionaron asistencia a las autoridades de las USVI para avanzar en la recuperación de los servicios médicos y sociales, a través de proyectos de flexibilización de las barreras administrativas a la recuperación, de desarrollo de capacidades para la atención de la salud del comportamiento, de planificación estratégica y de evaluación de prestación de atención médica de emergencia.
El HHS proporcionó formación a las autoridades de las USVI sobre el proceso de solicitud de subvenciones por emergencias y el desarrollo de controles de vigilancia fiscal interna, que tuvo como resultado un mejor acceso y gestión de los fondos de emergencia, para avanzar en la recuperación de los servicios sociales y de salud.
Aunque es mucho lo que se ha logrado, FEMA continúa trabajando con sus aliados federales, de la comunidad y del territorio para ayudar a las Islas Vírgenes a recuperarse por completo, al tiempo que se refuerza la resiliencia del territorio de cara al futuro. "Durante el pasado año, la fuerza, creatividad y resiliencia de los habitantes de las Islas Vírgenes ha sido una fuente de inspiración para todos nosotros" dijo el Coordinador Federal, Chris Hartnett. "Juntos hemos avanzado sustancialmente en muchas áreas, pero aún queda mucho por hacer. FEMA tiene el compromiso de quedarse en las USVI para ayudar a la total recuperación del territorio y a su reconstrucción todavía más fuerte".
La temporada de desastres de 2017 afectó a casi 47 millones de personas en los Estados Unidos. Mientras continúa la recuperación, FEMA y sus aliados interagencias siguen concentrados y dedicados a la estabilización y resiliencia permanentes de las comunidades impactadas. A partir del 25 de julio de 2018, FEMA y sus socios federales asignaron $22.900 millones de dólares para apoyar la respuesta y recuperación tras los huracanes Harvey, Irma y María, y los incendios forestales de California. FEMA y sus aliados federales han estado haciendo inversiones a largo plazo en las comunidades afectadas y continuarán concentrados en la evolución de la recuperación para los años venideros.
Los devastadores huracanes e incendios de 2017 recordaron a la nación la importancia de prepararse para los desastres. A menudo, seremos los primeros de nuestras comunidades en actuar después del impacto de un desastre y antes de que llegue el personal de respuesta, así que es importante prepararse con antelación para ayudarnos a nosotros mismos y a nuestra comunidad. Los desastres ocurren. Prepárese ahora. Sepa cómo hacerlo.
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La misión de FEMA es ayudar a la gente antes, durante y después de un desastre.
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