El camino a obtener una vivienda tras el huracán Ian para las personas sin hogar

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A man wearing a baseball cap, glasses, and a plaid shirt. He has a mustache.

John Tomlinson pudo haber sido olvidado durante los tiempos de crisis tras el huracán Ian. A los 84 años, con la mitad de su brazo izquierdo amputado debido a complicaciones de un accidente décadas antes, tuvo que prepararse bien para proteger su remolque de viaje, donde vive, de los daños que pudiera causar la tormenta categoría 4 que se acercaba.

Tomlinson se marchó antes de que la lluvia empezara a caer copiosamente sobre Naples, Florida, a mitad de la tarde del 28 de septiembre de 2022.  La velocidad de los vientos alcanzaba 145 millas por hora hasta que arrancaron las rejillas de ventilación tamaño estándar del techo del remolque de viaje permitiendo que el agua fluya a través de los agujeros cuadrados. Cuando Tomlinson regresó, el interior de su vivienda estaba sumergida en agua que llegaba hasta sus rodillas. No tenía adónde ir. Tomlinson clavó con su único brazo una caja improvisada con unos cuantos trozos de madera contrachapada, colocó una bolsa plástica de basura y se acostó a dormir en el suelo.

Solicitó la ayuda por desastres proporcionada por FEMA, pero en su solicitud faltaban documentos necesarios que estaban en algún lugar entre sus pertenencias dañadas por la lluvia. Como hombre de fe, rezó.

Dos semanas después, su compañía de seguros lo visitó para inspeccionar los daños causados por la tormenta. El tóxico moho negro verdoso se había apoderado del interior del remolque. Por lo tanto, la compañía de seguros se llevó la casa rodante y pagó lo que quedaba del préstamo de Tomlinson. Ahora, su único lugar para vivir era la caja improvisada.

Gwendolyn Dixon, supervisora de grupo de la Unidad de Vivienda de FEMA, se enteró de la historia de Tomlinson y se comunicó con Khaoula Diadsy, especialista en asistencia individual, para que le realizara una visita de cortesía.

“Cuando conocí a John, supe que este hombre necesitaba que yo pusiera todo mi empeño, aunque fuera algo tan pequeño como escucharle o preparar sus documentos”, dijo Diadsy.  “Enseguida sentí que estaba pasando por muchos problemas sin que siquiera compartiera su historia.  Pero se desenvolvía con tanta fuerza y humildad, algo que no cualquiera pudiera percibir”.

Cuando Diadsy empezó a ayudar a Tomlinson, se encontró con otro personal de FEMA que hacía el mismo trabajo.  Elaine Brown, coordinadora de Enlace de Agencias Voluntarias de FEMA, se enteró de que Diadsy había hecho una visita de cortesía a Tomlinson y le habló de sus propios esfuerzos. Le contó a Diadsy sobre cómo ella y otra coordinadora de Enlace de Agencias Voluntarias, Yvonne Antoine-Wilson, intentaban llevar a Tomlinson a un alojamiento cercano. Dado que su solicitud de FEMA estaba incompleta, Tomlinson no era elegible para la Asistencia de Alojamiento Transitorio. Aún así, los Enlaces de Agencias Voluntarias pudieron ayudar a Tomlinson, que al final pudo dormir en una cama con un colchón por primera vez desde el huracán Ian.

La Asesora de Enlace de Asistencia Individual y del Programa de Individuos y Vivienda de FEMA, Susan López, también intervino para revisar el caso de Tomlinson. Después de los desastres, FEMA trabaja para garantizar que todos los sobrevivientes elegibles reciban la máxima asistencia a la que tienen derecho y el caso de Tomlinson no fue diferente.

Con el permiso de Tomlinson, Diadsy se comunicó con el proveedor de seguros para solicitar los documentos necesarios para completar su solicitud que él presentó a FEMA. Se enteró de que la compañía de seguros había enviado por correo un cheque de liquidación de más de $10,000 que Tomlinson nunca había recibido. Tomlinson usó el dinero para ayudar a pagar un nuevo remolque de viaje. Aunque no es tan grande como el hogar que tenía antes de la tormenta, la entrega de su remolque significa que Tomlinson tiene una solución de vivienda permanente. Su caso con FEMA está cerrado.

Tomlinson podría fácilmente haber sido dejado sin atender durante los momentos de crisis tras el huracán Ian, pero ese no fue el caso.  El personal dedicado de FEMA no permitió que eso sucediera.

“Diría que fue una de mis experiencias más emocionantes en FEMA”, reflexiona Diadsy. “Un recordatorio del por qué me decidí por hacer este trabajo desde el principio. Fue de verdad algo conmovedor y una experiencia que recordaré siempre”.

Man sits in chair in front of trailer.
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