Durante cada paso de la preparación y recuperación por desastre, es fundamental alcanzar a tanta gente como sea posible. Las personas que se encuentran en zonas más remotas pueden no tener el acceso a los recursos que necesitan para recuperarse. FEMA está trabajando para ampliar su alcance, para que la ayuda sea accesible para todos. Como parte de estos esfuerzos, la agencia contrató recientemente a la representante rural y de pequeños estados, Patricia Pudwill.
Pudwill trabajó previamente como la superintendente de carreteras del condado, la coordinadora regional de manejo de emergencias de Dakota del Sur y líder del equipo de integración de FEMA de Dakota del Sur.
Hablamos con Pudwill sobre las experiencias que le aporta a FEMA y el camino por recorrer.
1. ¡Bienvenida a FEMA! ¿Puede contarnos un poco más sobre la función que asumirá?
¡Gracias! En mi nueva función como la representante rural y de pequeños estados de FEMA, me centraré en asegurar que los retos y necesidades únicas de los pequeños pueblos y zonas rurales sean atendidas durante nuestra preparación, respuesta, mitigación y recuperación por desastre. Esto incluye abogar y asegurar el acceso equitativo a los servicios de FEMA, incluso recursos, políticas y programas, específicamente diseñados para estas comunidades, que suelen enfrentar retos diferentes que las zonas urbanas más grandes. Además, colaboraré con funcionarios estatales, locales y de las regiones de FEMA para desarrollar estrategias eficientes para crear una nación más resiliente.
2. ¿Puede hablarnos un poco más sobre su experiencia viviendo en un pueblo pequeño?
Vivir en una granja en Dakota del Sur fue una experiencia muy enriquecedora para mí. La vida aquí está estrechamente amarrada a la tierra y las estaciones, lo que inculca un fuerte sentido de comunidad y resiliencia. En un pueblo pequeño, los vecinos no son sólo personas que viven cerca, son redes fundamentales de apoyo, especialmente en momentos de necesidad.
El ritmo de vida aquí es muy diferente a las grandes ciudades. Estamos más sintonizados con la naturaleza y el ambiente, que es nuestra subsistencia, especialmente cuando se trata de desastres relacionados al clima. La vida del campo enseña el valor del trabajo duro, la persistencia y la iniciativa. Estos son los valores y habilidades que llevo a mi función en FEMA.
Esta experiencia me ha dado un entendimiento personal de los retos y fortalezas únicas de un estado pequeño, incluso los pueblos pequeños y comunidades rurales. Esta es la perspectiva que llevo a mi trabajo como representante en FEMA, asegurando que se escuchen las voces de las comunidades pequeñas y rurales y que sus necesidades sean satisfechas eficientemente.
3. ¿Cuáles cree que son algunos de los retos que los pueblos pequeños enfrentan al resistir y recuperarse de los desastres?
Al haber crecido en la zona rural de Dakota del Sur, he observado varios retos críticos que los pueblos pequeños enfrentan al resistir y recuperarse de los desastres. Uno de los retos más significativos en la cantidad limitada de recursos. Las comunidades más pequeñas suelen tener presupuestos más pequeños y una menor cantidad de personal dedicada al manejo de emergencias, lo que puede afectar gravemente sus capacidades de preparación y respuesta en desastres. Esta limitación se extiende a la infraestructura crítica, que en muchos pueblos pequeños puede no ser tan resistente o moderna como en ciudades más grandes, lo que la hace más vulnerable a sufrir daños por desastres. Además, estas comunidades suelen sufrir demoras para recibir asistencia por emergencia debido a sus ubicaciones remotas, lo que puede agravar el efecto de los desastres.
Otro gran reto es la composición demográfica y económica de los pueblos pequeños. Desde el punto de vista económico, los pueblos pequeños suelen depender en gran medida de un par de industrias clave. En lugares como Dakota del Sur, la agricultura tiene una función fundamental y un desastre que afecta este sector puede provocar repercusiones a largo plazo para toda la comunidad. También existe una falta de acceso a información y formación actualizada sobre preparación, mitigación, respuesta y recuperación de desastres, lo que puede dejar a los residentes menos preparados para las emergencias. Abordar estos retos requiere un enfoque a medida, que reconozca las necesidades únicas de los pueblos pequeños y las zonas rurales y que les proporcione las herramientas y recursos necesarios para desarrollar resiliencia contra los próximos desastres.
4. ¿Cómo puede su nueva función ayudarle a afrontar los retos de apoyar a las comunidades rurales antes, durante y después de los desastres?
En mi nueva función como la representante rural y de pequeños estados de FEMA, especialmente con mis antecedentes viviendo en una granja en la zona rural de Dakota del Sur, me encuentro en una posición única para tratar los retos enfrentados por las comunidades rurales durante el manejo de desastres. Un aspecto clave de mi función es asegurar que las necesidades específicas de esas comunidades sean integradas en las estrategias generales de preparación, respuesta, mitigación y recuperación por desastres de FEMA. Esto incluye abogar para obtener más recursos y programas a medida que reconozcan las realidades únicas de logística, economía e infraestructura de zonas rurales. Al aprovechar mi entendimiento de estas comunidades y entender que no existe una solución para todas las necesidades, puedo facilitar una comunicación más efectiva entre FEMA y las partes interesadas rurales, asegurando que la planificación para emergencias no sea únicamente inclusiva, sino que también práctica y viable a nivel local.
Además, mi función me permite enfocarme en mejorar las capacidades locales antes de que se produzcan los desastres. Esto involucra organizar programas de formación y educativos diseñados para entornos rurales, para mejorar el acceso a la información y fomentar redes más sólidas entre agencias locales, estatales y federales. En general, mi posición es central para cerrar la brecha entre los recursos nacionales y las necesidades locales, para asegurar que las comunidades rurales no sólo sean escuchadas, sino que también apoyadas activamente durante todo el ciclo de manejo de desastres.
5. ¿Qué le llevo a trabajar para FEMA?
Mi decisión de unirme a FEMA como la representante rural y de pequeños estados fue impulsada por un compromiso arraigado de servir a comunidades similares a la misma donde yo crecí. Presenciar el efecto de los desastres en comunidades rurales y de pequeños estados, junto a mi entendimiento de sus necesidades y vulnerabilidades específicas, impulsaron mi pasión para asegurar que estas zonas reciban atención y recursos adecuados. Percibí en FEMA una oportunidad para lograr un impacto significativo, para abogar por estrategias y políticas a medida que aseguren que estas comunidades no sólo estén preparadas, sino que también tengan una voz fuerte en la planificación nacional para el manejo de emergencias. Mi función me permite combinar mis experiencias personales y habilidades profesionales para representar y apoyar efectivamente a estas comunidades a nivel federal.
6. ¿Qué es lo que más espera sobre esta nueva función?
Lo que más me emociona es la posibilidad de marcar una diferencia tangible en las vidas de las personas en comunidades rurales y de pequeños estados. Espero cerrar la brecha entre estas comunidades y los recursos y el apoyo disponible a nivel federal. Mi meta es asegurar que sus necesidades únicas no sólo sean reconocidas, sino que también activamente incorporadas en las estrategias nacionales de preparación y respuesta en desastre. Esta función ofrece la posibilidad de abogar por e implementar políticas que fortalecen la resiliencia de estas comunidades, fomentan mecanismos de respuesta en emergencia más efectivos y facilita un proceso de recuperación más robusto. Se trata de llevar una voz a la mesa que ha estado insuficientemente representada y asegurar que los pequeños estados y zonas rurales de todo el país tengan las herramientas y apoyo que necesitan para prosperar, incluso frente a la adversidad.
Pudwill comparte una fotografía que tomó cerca de su pueblo natal en Herreid, Dakota del Sur.