Este año, el Director de la Oficina de Asuntos Externos, Justin Ángel Knighten, construyó una ofrenda para el Día de Muertos en su oficina de la sede central para compartir su cultura mexicana con los trabajadores.
En los días posteriores al 31 de octubre, muchos dejan de lado los sustos y dulces para recordar y celebrar las vidas de aquellos que ya no están entre nosotros. Esa es la premisa detrás del Día de Muertos que se observa en muchas comunidades Latinoamericanas y a lo largo de toda la nación al comienzo del mes de noviembre.
En lugar de ser un día de duelo, el Día de Muertos se enfoca en los recuerdos que guardamos de aquellas personas que han partido al más allá, dándole a los espectadores una oportunidad para recordar y honrar las vidas de sus amigos, parientes o ancestros. Las familias que observan esta tradición a menudo colocan "ofrendas", un altar que conmemora a los seres queridos que partieron, en un lugar prominente con fotos de aquellos cuyos espíritus regresarán durante las celebraciones para estar en comunión con los vivos.
Este año, el Director de la Oficina de Asuntos Externos, Justin Ángel Knighten, construyó una ofrenda para el Día de Muertos en su oficina de la sede central para compartir su cultura mexicana con los trabajadores. La dedicó a todas las personas que perdieron la vida a causa de desastres naturales – huracanes, incendios forestales, terremotos, inundaciones y demás, así como a todos los sobrevivientes que los recordarán siempre. Invitó a sus colegas a aportar fotos o nombres de sus seres queridos para participar y conocer la sagrada tradición.
Para muchos en la agencia, el Día de Muertos es un momento especial para reflexionar. El administrador adjunto de FEMA, Alex Amparo, celebra el Día de Muertos todos los años. Es un día con mucho significado y recuerdos agradables para él.
"Mi familia siempre ha celebrado el Día de Muertos junto con el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos", dijo Amparo. "Para mí se trata de recuerdo, acción de gracias y celebración de la vida. Es un día especial para personas especiales. Amigos, familia, mentores e incluso personas que tal vez no conozco pero que de alguna manera han tenido influencia en mí. Celebramos la vida".
La compasión es un valor central en FEMA y nunca nos olvidamos de aquellas familias cuyas vidas cambian para siempre cada vez que las vidas de sus seres queridos se pierden en una tragedia. La pérdida es una de las emociones más estresantes y difícil de superar, pero al vivir nuestros valores y recordar las muchas culturas a las que servimos, podemos ayudar a los sobrevivientes de las tragedias y a sus familias en su viaje a la sanación.