Equipos de la Smithsonian Institution rescataron tesoros e historias familiares

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NR 024
Release Date:
octubre 30, 2018

COLUMBIA, S.C. – En el Centro de Recuperación por Desastre Conway, Stacy Bowe y Melisa Miller escucharon con cuidado las historias personales mientras ayudaban para que la gente salvara reliquias familiares dañadas por el Huracán Florence. Forman parte del Equipo Operativo Nacional de Emergencia Heritage (Patrimonio) , una asociación de 58 organizaciones nacionales de servicio y agencias federales copatrocinadas por la Smithsonian Institution y FEMA que están viajando por regiones de Carolina del Sur demostrando cómo salvar reliquias familiares dañadas por tormentas, lo que incluye fotografías, documentos, obras de arte, edredones y otros recuerdos.

 

"Lo que sí comprende la Smithsonian, es el hecho de que sus pertenencias personales son importantes para Ud.", explica Bowe. "Los recuerdos ayudan a contar historias, y nuestros esfuerzos de salvamento ayudan a mantener vivas las historias familiares. El salvamento es una señal de recuperación. Se está protegiendo los materiales contra daños adicionales. Gana tiempo para que más adelante pueda volver a ocuparse de ellos". Por ejemplo, Bowe recomienda guardar los libros dañados en el congelador para detener el crecimiento del moho. Para hallar más recursos para salvar los tesoros familiares, visite la Smithsonian Cultural Rescue Initiative.

 

Cumpliendo su promesa

Jacob Rice, de siete años de edad, pensó que la peor parte del Huracán Florence ocurrió cuando el agua subió por encima del porche y entró a su casa. La familia tuvo que evacuar su hogar ubicado en un lugar rural de Conway por bote de remos. Jacob y su abuelo, Jeff Arsenault, le pidieron ayuda al equipo de salvamento con un aparador de seis pies de largo con puertas con vidrios emplomados que había pertenecido a la familia por tres generaciones. Está construido de arce tigre, una madera extremadamente dura con un distintivo patrón ondulado. Era demasiado pesado para mover antes del huracán y terminó medio sumergido en las crecidas.

 

"Le prometí a mi tío hace 20 años que no saldría de la familia, y voy a cumplir con mi palabra", explicó Arsenault. "Ya tiene un moho anaranjado, pero tiene mucho valor sentimental".

 

Bowe respondió diciendo que "aquí, lo que cuenta es el valor sentimental". Comenzó recomendándole que llevara guantes de goma al tocar artículos dañados por el agua a causa de que "uno nunca sabe lo que hay en el agua". En seguida le dio una simple receta para quitar el moho de los artículos personales: dos cucharadas de vinagre blanco por cuarto de galón de agua. Rocíe la mezcla, seque con una esponja y repita. Haga una prueba primero en una parte donde no llama la atención, y luego seque al sol. Hay más consejos detallados disponibles en línea en: go.usa.gov/xPEua.

Arsenault dijo que Jacob le ayudará a reparar el aparador y un día podría ser suyo si logran salvar la reliquia familiar.

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